VIDA DE WILFREDO CALDERON.
A un año de su partida aprovecho esta oportunidad para hacer un breve recuento de la vida sencilla pero profunda y consagrada de Wilfredo Calderón al servicio de Dios.
El 10 de febrero del año 2014 el Señor abrió sus brazos de amor para recibirlo en su presencia tras una breve gravedad respiratoria. Su inesperado viaje a la eternidad me ha dejado pensando en lo valioso de vivir una vida sencilla , afable, entregada al cuidado de la familia y al servicio del Señor. Su fe absoluta y sin reservas hizo de él un hombre fácil de agradar, y su forma de ver las cosas hacía que se buscara su compañía y su gran solicitud.
Siempre fue un eficiente expositor de la Palabra y gran consejero sabio y prudente, aún en las situaciones más difíciles de la vida. Wilfredo fue un hombre de paz, sano de corazón y mente, que en diversas ocasiones, cuales fueran las circunstancias, supo guardar silencio. Y, aún cuando tuviera que ceder sus derechos, lo hizo gustoso, dando siempre la oportunidad de caminar la milla extra del camino.
Me enseó siempre a dar gracias a Dios en todo, por los conflictos que se pueden resolver y los problemas que se pueden superar. Lo único que no me dijo fue: CÓMO VIVIR SIN SU COMPAÑÍA.
Es por eso que cada día me convenzo más que, cualquiera que sea el lugar celestial donde el Señor ha recibido a mi esposo al final de una vida fiel y consagrada, ahora tiene más atracción para mí, porque yo quiero estar otra vez junto al hombre que me dió su protección y su cuidado por 50 años, y me enseñó con su ejemplo lo que es vivir en paz con Dios y con el prójimo. El salmista David dijo: "Yo voy a él porque él no volverá a mí."
No puedo mencionar tantos nombres, pero agradezco con todo mi ser el gesto cariñoso de familiares, de los miembros de la iglesia que él pastoreó por varios años, como también muchas otras congregaciones, compañeros en el ministerio, amigos, ex-alumnos que a la distancia dijeron "presente", y vecinos que estuvieron muy cerca de nosotros en aquellos tormentosos momentos que tuvimos que vivir.
Un día me desperté y al levantarme de la cama me pregunté: "¿y ahora qué?" Me paré frente a la ventana, miré al cielo y dije: "Gracias Señor por lo que me das, eres fiel, tengo lo necesario". Pero hoy no tengo cerca de mí al ser humano que por 50 años llenó todos los espacios vacíos de mi vida. He perdido muchas cosas en la vida, pero junto a ese perder también me enseñaste Señor, el valor de luchar y entender que en Tu tiempo no importa en qué momento de la vida hay cansancio, porque yo sé mi Dios que Tú das fuerzas al que no tiene ninguna.
A un año de su partida no sé ni cuantas veces he cerrado mis ojos regresando el tiempo y no sé qué daría para que todo volviera a ser como antes. Por eso hoy quiero recordar su trayectoria.
Wilfredo recibió un don de Dios y a la vez un llamado para servir en diferentes países y culturas, dejando la suya propia. Un don que se necesita que venga de Dios para realizar con éxito el trabajo y poder responder al llamado de Dios.
Lo conocí en el año 1962, cuando él tenía 20 años de edad. Era director del departamento juvenil y escuela dominical del Occidente de Guatemala. Estaba terminando sus estudios en el Instituto Bíblico de la Iglesia de Dios, en Quetzaltenango, donde pronto fue maestro de dicha institución. Una de las expresiones muy propias de Wilfredo era la siguiente: "Cuando Dios llama, Él capacita... y cuando te llame no te niegues."
Nos casamos el 31 de enero de 1964, desde ese día hasta el 10 de febrero del 2014 cuando el Señor lo llamó a Su presencia, supe que Dios lo había escogido para algo especial. En mayo de ese mismo año, salió para estudiar a Lee College en Cleveland, Tennessee, para entonces ya había escrito el primer libro conocido como "Dinámicas de la Escuela Dominical". El Dr. Héctor Camacho, que en ese entonces era el Director de Editorial Evangélica, a quién Wilfredo había invitado como expositor de la Palabra a convención anual del Territorio de Occidente en Guatemala, se interesó en publicar este libro, se pusieron de acuerdo ambos en unir esfuerzos, Wilfredo donando los derechos de autor por medio de una carta a Editorial Evangélica y el Dr. Camacho comprometiéndose a la publicación y Distribución del libro.
Cuando terminó sus estudios regresamos a Guatemala, en el año 1968 fue nombrado por las oficinas mundiales de la iglesia como Director del IBIDCA, Instituto Bíblico de la Iglesia de Dios para Centro América.
Cuando llegamos a Santa Tecla, El Salvador, se entregó a visitar iglesias promoviendo la Educación Cristiana, encontró el apoyo ministerial y no se concentró a las aulas únicamente sino estableció planes de extensión para ministros en función.
La casa donde vivímos estaba construida con paredes de bajareque, un material de barro sujeto con cañas de bambú, que no soportaban el peso del techo de tejas de barro, por lo que se estaba hundiendo. Wilfredo tomó la iniciativa de eliminarla y construir una casa de hierro y concreto y techo de lámina, construcción que hasta la actualidad está en pie como un testigo mudo de su labor. Al igual que al otro edificio de concreto, que en aquel tiempo la nominó para una biblioteca. Participó como un promotor de ALFALIT, alfabetizando en las iglesias.
Mantuvo amistad con ministros de otras denominaciones. Don Miguel Blanco, pastor de la Iglesia Bautista en San Salvador; Alejandro Galiano, director de la emisora cultural de donde salía al aire el programa de la Iglesia de Dios. Con los misioneros de las Asambleas de Dios, Hnos. Stuart. Y sin pasar por alto a la familia Cárcamo Cruz, amigos personales de quienes no quiso irse de este mundo sin ir a San Salvador, dos meses antes, a decirles: "Hasta pronto", como si hubiera sabido que su partida estaba cerca.
Cuando salimos de San Salvador, viajamos a Miami, donde estudió en la Universidad de la Florida, preparándose en las áreas de Administración y Psicología. En el año 1975, fue nombrado una vez más por la Iglesia de Dios para servir en el Seminario Latino Internacional en Panamá. Mientras enseñaba en el Seminario escribió el libro de "Administración en la Iglesia Cristiana". El Dr. Winston Elliot, maestro de Lee College, fue quien aqyudó económicamente para la primera publicación (eterna gratitud).
Otro hombre de Dios quien trabajaba en Editorial Vida fue el misionero L. Thompson, quien le dio la oportunidad de escribir, cerca de su amigo personal, Fernando Lamigueiro, la literatura de Escuela Dominical, trabajo que realizó simultáneamente desde Panamá. Conociendolo ya como escritor, esta casa publicadora lanzó al mercado el libro de "Administración de la Iglesia Cristiana" y también el libro "Orientación Básica para recién convertidos", como otros cursos y traducciones.
En el año 1983 regresamos a Miami donde seguía escribiendo para Editorial Vida.
En esa época se unió a su hermano menor, Marco Tulio Calderón, quien trabajaba en el departamento de ventas para la Editorial Unilit, aportando cada uno su experiencia profesional fundaron la Editorial Senda de Vida. La vasta experiencia de Wilfredo como educador y escritor, y su hermano en mercadeo y ventas dio prestigio y credibilidad a dicha institución. Iniciaron el proyecto con la literatura de Escuela Dominical y a lo largo del tiempo se publicaron 12 libros, una colección de mapas y las notas para una Biblia de Estudio.
El ministerio de Wilfredo fue multifacético, ya que en los años 90 fue llamado para dirigir la casa publicadora de la Iglesia de Dios en Cleveland, Tennessee, conocida como Editorial Evangélica. Y al mismo tiempo pastoreaba una congregación de la Iglesia de Dios Hispana que iniciamos en Miami, la cual pastoreaba hasta el momento que el Señor lo llamó a Su presencia.
A un año de tu partida recuerdo tus sabias palabras y tus enseñanzas, frases que reflejaban tu forma de vida, una de las cuales dejaste plasmada en uno de tus libros:
"El hombre de dinero, es lo que tiene... el hombre de espíritu tiene lo que es".
¡Fuiste un hombre de espíritu mi amor!
IGLESIA DE DIOS.
IMÁGENES
Roberto Alegría,
comenta.
QUE MARAVILLA DE FOTO.
Allí estoy, AñO 1972. VEAMOS A QUIEN RECONOZCO: ENRIQUE GUERRA (SUP. NAC),
IZQUIERDA. LUEGO PROF. RICARDO LOPEZ GOMEZ, MI QUERIDO BRAVO GRAN MAESTRO
MIGUEL FLORES, Y EL DIRECTOR WILFREDO CALDERON. mARYBLANCA A DERECHA. SABINA
GONZALEZ, EDITH MARTINEZ, CELIA, SANTOS FIGUEROA, CHICA NO RECUERDO NOMBRE,
CARMENCITA MI QUERIDA ESPOSA, AL FONDO A LA IZQUIERDA PUES YO, JORGE CALDERON,
NO RECUERDO, EDGAR (NICARAGUA), PARECE MARQUEZ, EL TICO, ANDRES VARGAS, NO
RECUERDO,
MI AMIGO ECUATORIANO MANCHENO, LUIS AREVALO,
OTRO NICA, PASTORES GRADUADOS: TONO GARCIA (IZQUIERDA) LORENZANA, RUFINO
CHAVEZ, NO RECUERDO, JULIO MARADIAGA, GUILLERMO MONTERROSA, DOS NO RECUERDO Y
AMBROSIO, NO RECUERDO. QUE BONITO RECORDAR A LOS ESTUDIANTES. BARBARO YO EDAD
19 ANOS. QUE BENDICION. GRACIAS HNA MARYBLANCA POR ESTOS RECUERDOS.
Alumnos del Seminario
Latino Internacional en Panamá
Grupo de alumnos y
maestros, Seminario Latino Internacional
Roberto Alegría,
comenta.
QUE MARAVILLA DE FOTO.
Allí estoy, AñO 1972. VEAMOS A QUIEN RECONOZCO: ENRIQUE GUERRA (SUP. NAC),
IZQUIERDA. LUEGO PROF. RICARDO LOPEZ GOMEZ, MI QUERIDO BRAVO GRAN MAESTRO
MIGUEL FLORES, Y EL DIRECTOR WILFREDO CALDERON. mARYBLANCA A DERECHA. SABINA
GONZALEZ, EDITH MARTINEZ, CELIA, SANTOS FIGUEROA, CHICA NO RECUERDO NOMBRE,
CARMENCITA MI QUERIDA ESPOSA, AL FONDO A LA IZQUIERDA PUES YO, JORGE CALDERON,
NO RECUERDO, EDGAR (NICARAGUA), PARECE MARQUEZ, EL TICO, ANDRES VARGAS, NO
RECUERDO,
MI AMIGO ECUATORIANO MANCHENO, LUIS AREVALO,
OTRO NICA, PASTORES GRADUADOS: TONO GARCIA (IZQUIERDA) LORENZANA, RUFINO
CHAVEZ, NO RECUERDO, JULIO MARADIAGA, GUILLERMO MONTERROSA, DOS NO RECUERDO Y
AMBROSIO, NO RECUERDO. QUE BONITO RECORDAR A LOS ESTUDIANTES. BARBARO YO EDAD
19 ANOS. QUE BENDICION. GRACIAS HNA MARYBLANCA POR ESTOS RECUERDOS.
Alumnos del Seminario
Latino Internacional en Panamá
Grupo de alumnos y
maestros, Seminario Latino Internacional